La Terapia Floral Bach está basada en el pensamiento y acción del Dr. Edward Bach y en su concepto de la enfermedad. Para entender dicho concepto debemos aclarar que intelectualmente estaba ligado a Paracelso, junto con Hipócrates y Hahnemann quienes acordaban en que "no existen enfermedades sino seres enfermos”.
Para el Dr. Bach era esencial
reconocer que el hombre nace con dos aspectos: Uno espiritual y otro físico,
sumando el desarrollo posterior de sus psiquis, así luego como unidad
psicofísica-espiritual, su salud va a depender de la armonía de estos 3
aspectos.
Por lo tanto la Terapia Floral Bach
trabaja corrigiendo los posibles desequilibrios energéticos psico-emocionales,
restituyendo la energía que falta, modificando el conflicto interno,
administrando armonía a toda la personalidad.
La Terapia Floral Bach elimina el dolor externo y el interno, haciendo evidente el proceso de evolución del paciente desde su forma de encarar la enfermedad, hasta su opción por vivir en salud mejorando su mundo interno y su vínculo con el mundo exterior.
El punto fuerte de esta terapia radica en la normalización de los trastornos psíquicos y en la resolución de los conflictos internos, así como en la mejoría del dolor físico con causas psíquicas reconciliables o síntomas concomitantes.
La Terapia Floral Bach no reemplaza ningún estilo de tratamiento
que el paciente esté llevando, complementa terapias alopáticas u homeopáticas y
pueden ser ingeridas a cualquier edad y frente a cualquier circunstancia de la
vida: embarazo, niñez, edad adulta y ancianidad.
"La enfermedad no es crueldad ni castigo, sino única y exclusivamente un correctivo, un instrumento del que se sirve nuestra alma para indicarnos nuestros propios errores para no permitir que los cometamos aún mayores, para impedir que hagamos más daños, y para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que no debiéramos habernos separado nunca"
¿𝕮𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖓𝖔 𝖋𝖚𝖓𝖈𝖎𝖔𝖓𝖆𝖓 𝖑𝖆𝖘 𝕱𝖑𝖔𝖗𝖊𝖘 𝖉𝖊 𝕭𝖆𝖈𝖍?
Como en todas las terapias, también
en ésta hay cierto número de fracasos, que según el Centro Bach sería del 25%
de todos los casos. Éstos pueden ser atribuidos a distintos motivos, a la poca
capacidad de quien prescribe los remedios florales para encontrar las
verdaderas dificultades del paciente o a la falta de perseverancia por parte de
quien los toma.
En otros casos, a la falta de un
deseo verdadero de mejorar. Personas que no quieren, no van a mejorar.
Aunque no creas en esta terapia, las
Flores de Bach actúan igual, siempre que se hagan las tomas de la forma
indicada. De esto da fe el hecho de que hay personas que toman los remedios sin
saberlo, como un acto de amor, de afecto, de quien, a pesar del desinterés del
sujeto en cuestión, desea que éste mejor.
Algunas personas no se dan el tiempo suficiente para que las flores actúen. Al estilo de “tomo una aspirina y se me va el dolor de cabeza” esperan resultados inmediatamente. Empiezan hoy, y mañana ya llaman por teléfono diciendo que las flores no les hacen nada, quejándose del fracaso de esta terapia.
Los
remedios florales actúan lenta y gradualmente. El desequilibrio
también se fue instalando de la misma manera sin que la persona lo notara. Aun
cuando ya hay signos visibles a veces tarda bastante en querer notarlos. El
terapeuta no debe dejarse presionar por el apuro del paciente, ya que dar los
remedios con una frecuencia muy alta para que actúen más rápido, fuerza los
procesos evolutivos porque desbloquea de golpe. Hay que ser prudente, porque
los cambios demasiado rápidos asustan y pueden producir una reacción en
relación con su identidad.
En
resumen, si tras tomar durante dos o tres semanas las Flores de Bach, no
apreciamos ningún efecto, las causas del fracaso del tratamiento pueden ser de
diverso orden:
La mezcla no era la adecuada:
comparemos nuestros síntomas con las descripciones o bien, si hemos usado el
método de test, probemos con el intuitivo.
Las expectativas eran exageradas:
se tiende a veces a no apreciar los pequeños cambios que se producen y a
olvidar el malestar que nos ha llevado a recurrir a las flores.
Falta de una disposición real de
cambiar: en realidad, la disposición es sólo aparente, mientras que en nuestro
interior seguimos conservando una actitud cerrada.
La Entrevista (presencial u online)
Si bien una parte fundamental de la
terapia son las flores de Bach, otra es la entrevista con el paciente. El
contacto personal, la posibilidad de sentirse escuchado, no solo oído, la
posibilidad de descargar su peso, no puede ser obviado. Diría que la mayoría de
los pacientes salen del consultorio diciendo “Ya me siento mejor, aun antes de
tomar las flores”.
Paula G. Drach Bel - 2945-413930
Terapeuta Sistema Dr. Edward Bach
Facilitadora de Técnicas
Psico-Homeopaticas de Bienestar
Instituto Hahnemanniano Internacional Reg 692-AR
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