La prosperidad es el resultado de tu maduración proporcional.
El ser humano florece cíclicamente y cuando tu desarrollo es proporcional a estos ciclos, maduras física, emocional, mental y espiritualmente.
Cada 7 años, tu consciencia cambia.
Cada 11 años, tu inteligencia cambia.
Cada 18 años, tu energía cambia.
El ciclo de 7 años te lleva a cambios profundos de cómo percibes tu vida y tu existencia. Esto significa que cada 7 años tus prioridades cambian.
El ciclo de 11 años rige la inteligencia: esto es la aplicación consciente de tu mente a los desafíos que te presenta la vida.
El ciclo de 18 años hace que tu vitalidad cambia: tu dieta, tu actividad física, tu sueño, tu respiración y tu sexualidad necesitan un ajuste cada 18 años.
El problema no son los cambios, porque todo cambia todo el tiempo.
Mejor acostumbrarse, ¿no? Pero tenemos que aprender a reconocer los cambios ¡antes que nos sorprendan! De esta manera podemos manejarlos con claridad y entendimiento, en lugar de resistirnos o asustarnos cuando sentimos que ya no sabemos bien quienes somos.
Cuando meditas regularmente te haces sensible a como tu organismo evoluciona todos los días. Esto te permite aprovechar enormemente de estas etapas de cambio, porque son momentos en donde cosechas los frutos del ciclo pasado y siembras las semillas del ciclo que viene 
Además estos ciclos aplican para proyectos de vida, relaciones de pareja, paternidad etc...
Es increíble cómo la ciencia yoguica nos da un manual operativo para ser humanos libres, conscientes e inteligentes. Los resultados están al alcance de todos, solo hay que practicar.
La meditación es muy buena para alinearte a tu ciclo de vida y entender cómo aprovecharlo lo mejor posible. Pruébala, y déjanos un comentario compartiéndonos cómo te hace sentir.
Ahora la reflexión es tuya: ¿En qué ciclo de vida estás?
Bendiciones.
Creando vínculos sanos y enriquecedores,
con confíanza, armonía, proyectando un futuro mejor.
Paula Drach Bel +549 2945 413930
Comentarios