La lectura tiene múltiples beneficios, repaso aquí algunos de los que pueden ayudarnos en la mejora de nuestro hábito de meditación:
– Estimula la concentración. Practicar la capacidad de atención nos ayudará mucho a la hora de concentrarnos para una sesión de meditación. No se puede leer mientras se hace ninguna otra cosa, así que te obliga a estar en el momento presente.
– Mejora nuestra capacidad de expresión. Esto nos permitirá comunicarnos adecuadamente con nuestro entorno.
– Mejora las habilidades sociales. Aumenta la empatía y la capacidad de razonamiento y comprensión de qué sienten, piensan o desean otras personas.
– Estimula la inteligencia. Qué duda cabe que leer incrementa nuestros conocimientos. Gracias a ello nuestra mente descubrirá nuevos horizontes y nos permitirá un mayor discernimiento para resolver problemas y tomar decisiones.
– Previene el estrés. Tan sólo emplear de 5 a 10 minutos de lectura reducen el ritmo cardíaco y la tensión muscular.
– La lectura es una buena compañera y puede servir de antídoto contra la soledad.
– Leer frena el deterioro cognitivo, previniendo enfermedades mentales como el alzheimer.
La lectura puede ayudarnos en la meditación.
Si actualmente no dedicas tiempo a la lectura, quizá sea porque realizas otras muchas actividades en tu vida o porque no has probado a leer de forma concentrada y atenta.
A nivel personal, siempre me ha gustado mucho la lectura, pero tuve una época en la que apenas leía. Estaba ocupada en hacer muchas cosas y no dedicaba tiempo a mi crecimiento personal. No encontraba el momento para sentarme y disfrutar de una buena lectura. Se me hacía muy difícil concentrarme, leía una página y enseguida mi mente se distraía y no era capaz de seguir el argumento.
Cuando vives en “modo hacer” o “piloto automático” (estos es cuando haces muchas cosas pero no profundizas en nada y simplemente las repites porque es lo que has hecho siempre) leer un libro y disfrutar de él se vuelve algo difícil, incluso llegas a pensar que es una pérdida de tiempo. ¡Con la de cosas que tienes que hacer!
En mi caso, gracias a la práctica de mindfulness retomé el contacto con el presente y a parte de adquirir otros nuevos hábitos, retomé con mucha satisfacción el de la lectura.
Suelo leer antes de acostarme. No hace falta estar horas leyendo, con dedicarle 15 o 20 minutos al día ya podrás leer uno o dos libros al mes, dependiendo de su extensión.
Pienso que leer de forma totalmente concentrada, estando presente en la experiencia y disfrutando de todos los elementos de la lectura (ser consciente del entorno donde estás, del libro que tienes entre las manos y de la experiencia en sí, volviendo a la concentración cada vez que te distraes) es una buena forma de tomar contacto con el ahora. Si pones toda tu atención en el acto de leer no puedes estar en otro pensamiento. Considero que es una buena forma de prepararnos para comenzar a practicar mindfulness y meditación.
La atención necesaria para leer y meditar son similares, aunque obviamente no es lo mismo. Mi propuesta es practicar el hábito de la lectura de forma concentrada sin distracciones y de ahí pasar a la meditación en silencio.
Leyendo centras tu atención en las páginas escritas. Meditando centras tu atención en la indicaciones de un audio, en un objeto o en la respiración.
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