Aquí es donde soportas el peso de tu mundo, de tu familia, de las tareas que llevas a cabo. Responsabilidad es una palabra que pesa mucho en esta parte de tu cuerpo, y otro tanto sucede con las obligaciones, el pago de la hipoteca, los niños enfermos y las suegras reclamando atenciones. Los problemas en los hombros pueden indicar también que estás eludiendo tus propios problemas: estás tan ocupado por tus obligaciones hacia los demás que apenas tienes tiempo para ocuparte de ti mismo.
Este área de tu cuerpo es el centro de tu actividad. Desde tus hombros, tu actividad y creatividad fluyen hacia tus brazos y tus manos, donde emergen en forma de lo que realizas en el mundo. Esto es aplicable tanto al trabajo que realizas como al modo en que vives tu vida, en definitiva, todo lo que haces con tu tiempo, con tus relaciones humanas, con tus sentimientos. Los hombros se ponen tensos y rígidos cuando no expresan sus verdaderas necesidades, cuando tienen que hacer algo que preferirías no tener que hacer. O también cuando te asustas o quisieras mantenerte en la seguridad que supone el no hacer nada.
Si estás haciendo algo que no te interesa mientras un deseo profundo queda encerrado en tu interior, tus hombros pueden estar reprimiendo este anhelo. ¿Puedes encontrar una forma de expresar lo que realmente quieres hacer? La tensión restringe el flujo de energía y de sentimientos. En el hecho de anteponer los sentimientos ajenos, tu propia actividad puede haber quedado asfixiada. Los hombros son el lugar donde "la generación de energía" queda bloqueada. Estudia qué pequeños cambios puedes llevar a cabo para empezar a desbloquear las energías reprimidas.
Los músculos se corresponden con la energía mental y, por consiguiente, esta energía se te manifestará en unos músculos de los hombros tensos o anudados, porque contienen demasiadas cargas y deseos reprimidos. La energía del corazón asciende por los hombros para proyectarse en tus brazos, abrazando y tocando, cuidando y compartiendo. Debiera ser una expresión suave, pero a menudo se presentan bloqueos a lo largo del camino, que generan dolor y rigidez -cuando abrazas a la persona equivocada o sientes que tus insinuaciones están siendo rechazadas o que te aterra compartir tus intimidades. Esto puede manifestarse a través de unos hombros sin movilidad (o capsulitis adhesiva), indicativos de la zona donde te está afectando una determinada frialdad emocional, tanto si procede de otro hacia tu persona o van de ti hacia alguien.
Los hombros se alzan por miedo y ansiedad. Si esto se mantiene durante cierto periodo de tiempo los músculos de los hombros quedan agarrotados en esta posición. A medida que se va desarrollando esta postura, la actitud que la acompaña hace otro tanto. Los hombros encorvados se muestran abrumados por las dificultades de la vida. También indican un deseo de proteger el corazón o el pecho cerrándose. Por otra parte, los hombros echados hacia atrás, sacando pecho, indican falsa energía, y a menudo ocultan sentimientos de miedo o de inseguridad con una falsa petulancia. Echar los hombros hacia atrás es también una manera de contener los sentimientos, especialmente aquellos que indican deseos de tocar y acariciar.
Diálogo cuerpo-mente: los hombros
Unos hombros doloridos pueden señalar que estás soportando demasiado peso en solitario.
¿Realmente quieres decir a los demás?: «Por favor, cuídame, dedícame tus atenciones y tus mimos»
¿Has estado soportando los problemas de otros durante demasiado tiempo?
¿Hay algo o alguien a quien debieras silenciar o ignorar?
Dolor, rigidez y tensión en los hombros indican una resistencia, quizás a las responsabilidades que sientes que deberías asumir, o ante las presiones que recibes para que hagas determinada cosa.
¿Te sería posible liberarte de alguna de tus responsabilidades de tal forma que no tengas tú que soportar todo el peso?
Del libro
CUENTAME TUS MALES Y TE DIRE COMO SANARLOS
Deb Shapiro
Comentarios
Si no pudieras liberarte de responsabilidades podrías pedir ayuda y distribuir esa carga?