Para muchas de nosotras trabajar desde el plano fisico, desarrollar fuerza, coordinación y flexibilidad, es la herramienta que nos ayuda a aprender a conocernos de verdad, nos brinda la oportunidad de mirarnos no con ojos ajenos que miran si somos lindas o feas, habilidosas o cualquier otra idea que esté de moda o salga desde el ego, sino que trabajar asana, nos brinda la chance de intentar mirarnos con ojos compasivos, con cariño, sostenernos en nuestros procesos para remendar los daños de la vida. Hacernos fuertes y humildes al mismo tiempo.
Para muchas , trabajar desde este plano nos ayuda a trascender las imposiciones ajenas de toda una cultura que desde chicas nos invade con su toxicidad, el trabajo en Asana nos hace poner manos a la obra, laburar y romper nuestros patrones, y pasamos de no poder y no tener tiempo a hacer de todo para que existan las condiciones para tener el tiempo y el espacio para practicar, para escucharnos , desarrollamos herramientas sabias para no dejar que los impedimentos ajenos se conviertan en nuestras excusas.
Ese trabajo de sentir nuestros músculos, nuestros órganos, nuestra piel, nuestro sudor, nuestra respiración, nuestra circulación, nuestros ciclos, nuestra vida, todo esto hace que podamos retomar la autonomía sobre nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras emociones. Esto no es fitness, ni un espectáculo de circo, es una experiencia de conexión que trasciende las palabras, es una experiencia de sanación profunda, individual y colectiva.
Cuando nos abrimos a la experiencia del cuerpo, nos abrimos a la experiencia del mundo. El cuerpo tiene la fuerza creadora del mundo. El cuerpo es donde sucede nuestra experiencia en este mundo.
Es a través del tacto del cuerpo que conocemos el mundo, y a través del contacto del mundo que conocemos los márgenes del cuerpo. El cuerpo se encuentra entre lo interno y externo, es crucial para ambos, pero no se reduce a ninguno. Es el centro en torno al cual gira nuestra realidad, y posee a su vez toda la profundidad infinita de la conciencia.

Asana es una herramienta que es parte del viaje hacia el autoconocimiento y es nuestra práctica diaria. Es una forma en que podemos expresanos libremente sin juicios ni comparaciones porque nuestra respiración, nuestros cuerpos, la forma en que nos sentimos y la energía que emana de nosotr@s son todas únicas!
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