Del libro YOGA INTEGRAL – Haridas Chaudhuri


EL YOGA Y LA ETICA


¿Cuál es la diferencia existente entre el yoga y la ética?
¿Acaso el yoga ignora la distinción existente entre lo correcto y lo equivocado, entre el bien y el mal?
Suele decirse que la ética constituye el primer estadio de la práctica del yoga, un estadio preliminar que sienta las bases para el desarrollo superior y la profundización de la conciencia. Patanjali, el famoso y antiguo maestro de yoga, recalco ya la importancia de la moral como el primer prerrequisito del entrenamiento psicofísico y espiritual que supone la practica del yoga. Así, los dos primeros estadios del óctuple camino del yoga son: la abstención de hacer el mal (yama) y la observancia de los nobles principios (niyama).
Según esta enseñanza, antes de emprender los ejercicios de respiración, concentración y similares, es necesario haber desarrollado y consolidado la conciencia moral mediante la práctica de la verdad (satya), la no violencia (ahimsa), no robar (asteya), la abstinencia
(brahmacharya) y evitar la codicia (aparigraha).

Pero el yoga no es lo mismo que la ética. De la misma manera que podemos decir que se trata de una espiritualidad universal que trasciende todo credo religioso, también podemos afirmar que es una espiritualidad que trasciende toda pauta ética externa al individuo. Para el yoga la ética es la forma esencial de alcanzar el más elevado de los fines, la autorrealización, la integración con el sustrato mismo de la existencia.

Desde el punto de vista del yoga tanto la moral como la religión alcanzan su plenitud más allá de sí mismas. La moral es como el bote que nos ayuda a cruzar el rio de la ignorancia y del egoísmo para arribar a la orilla en cuyas riberas descansa la apropiación existencial de la verdad, del amor, de la paz y de la libertad, alcanzando la integración con el sustrato último de la existencia y poniendo fin al sufrimiento que conlleva la enajenación de uno mismo.
Como ya hemos dicho, el bote es el medio que nos transporta a la otra orilla, pero, una vez allí, no tiene menor sentido seguir aferrado a él. Lo correcto entonces es abandonarlo y gozar de la libertad y la plenitud. Para el yoga la moral es la base del crecimiento, pero la libertad espiritual y la espontaneidad vital a la que apunta también suelen describirse como “más allá del bien y del mal” (dvandvatita), un concepto de la filosofía hindú frecuentemente mal interpretado por los intelectuales occidentales. No estará de más, por consiguiente, considerar sucintamente la implicancias de este concepto de autorrealización supra ética que trasciende el bien y en mal. 

Enseñanzas que se compartes desde grandes estudiosos y escritores, en el profesorado de yoga dictado por Swamini Annapurna.
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