Expertos en la materia, como la escritora estadounidense Louise Hay, que fue una de las grandes pioneras de los libros de autoayuda, sostenía que las emociones mal gestionadas se pueden convertir en enfermedades y que solo escuchando nuestro interior, perdonando y agradeciendo se consigue acabar con los sentimientos enquistados y sus reflejos físicos. Reflejos que muchos tienen significado.
Cada zona tiene su significado:
El estrés y la presión, así como la falta de descanso suelen estar detrás de dolores de cabeza y problemas de migraña. Si es tu caso, asegúrate de dormir lo suficiente, haz deporte y dedica un tiempo a la relajación. En el supuesto de que la dolencia recaiga sobre el hombro, lo que está intentando comunicar nuestro cuerpo es un exceso de carga de problemas, muy relacionado con perfiles autoexigentes y que se hacen cargo de responsabilidades que no les corresponden.
Un dolor en la parte alta de la espalda se relaciona con falta de apoyo emocional y la presión, el cosquilleo o el popular nudo en la garganta con aquello que nos callamos. El de estómago se suele vincular con aquello que no conseguimos digerir, situaciones que somos incapaces de asimilar ni de aceptar. En la zona lumbar se colocan las preocupaciones económicas, en el cuello el rencor, el resentimiento y la culpa y en el hígado la ira y el enfado.
La cadera es sinónimo de miedo, por eso es tan importante mover la pelvis para soltar ese factor que nos paraliza en nuestra vida y deje de bloquearnos antes nuevos retos. Sobre el ego, el orgullo y la vanidad comunican las rodillas, que nos ponen en alerta para invitarnos a ser más humildes. Y si tienes molestias en las pantorrillas, puede que nos estés diciendo que hay un problema de celos.
Las dolencias físicas que no conseguimos sanar pueden tener una causa más profunda como sentimientos que necesitas soltar o perdonar a alguien para recuperar tu salud.
En el lado izquierdo del cuerpo se reflejan las relaciones familiares significativas: padre, madre, hermanos, hijos. En el caso del lado derecho, se muestran las sociales: vecinos, pareja, amigos, trabajo. Esto quiere decir, que dependiendo del lado donde se presenta el síntoma, hay que revisar una vinculación familiar o una social.
Cuando las áreas afectadas son los hombros, la parte superior de la espalda y de la columna, se ubican dentro del síndrome de la responsabilidad. Esto ocurre cuando los motivos psicológicos son excesiva responsabilidad, temor al peso de la responsabilidad o negligencia, no aceptación o no asunción de responsabilidad.
El especialista señala el síndrome de lucha o alcance, en el cual, las áreas afectadas son los brazos, las manos y los dedos. Las causas psicológicas son la necesidad de expresar, con la correspondiente negación o supresión de esa necesidad, la incapacidad de alcanzar lo que uno desea por falta de autoestima y un importante sentimiento de profundo rechazo por querer alcanzar metas inalcanzables. Los síntomas son verrugas o pequeñas ampollas.
Vos... Te estas observando?
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