Si te topas con un sanador, ten en cuenta que él ama el silencio, así como ama la noche y sus infinitas estrellas.
Si te topas con un sanador no te espantes; sus emociones son intensas, impredecibles y cambiantes al igual que esa luna a la que él hace reverencia.

Si te topas con un sanador, prepárate, tus días se volverán mágicos y lo cotidiano una aventura.
Si te topas con un sanador no te inquietes, él se ríe de los dramas y llora con las flores.
Si te topas con un sanador, ten en cuenta que él verá en tus ojos la belleza a la que has temido. Verá tu poder, tus sufrimientos y cada uno de tus sueños.
Si te topas con un sanador, quédate a su lado y disfruta el viaje, al despertar ya no serás igual.
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