Somos canales de luz.

Para ser canal de luz, de energía, no hace falta ser perfecto, solo hace falta ELEGIR sanar y evolucionar con cada situación que te encuentres en la vida y empezar a ver tu sensibilidad, que tantas veces te ha hecho sufrir, como una fortaleza y no como una debilidad.

Sanarse es una clave importante para ser un buen canal. Si te amas, te sanas, si te valoras y te respetas, te sanas también y cuando te SANAS, tu sensibilidad deja de hacerte daño y te abre las puertas para que empieces a manifestar tu propia divinidad.

Este mundo necesita, cada vez más, que las personas SENSIBLES (los canales), sanen sus heridas emocionales, usen su don y salgan de su zona de confort, para que puedan aportar toda la belleza que hay en ellas.

Porque ser canal no siempre significa canalizar información, son canales también las personas que aportan ideas que mejoran el mundo. Son canales quienes aportan belleza, armonía, paz y felicidad, son canales quienes siguen las directrices de su propia divinidad.

Un buen canal fluye con la vida, está en el sitio adecuado, en el momento adecuado, haciendo lo que es adecuado hacer en ese momento. Y aquí estamos... 

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