Amar la pareja

La mayoría de los estudios confirman que los mejor que puede hacer por tus hijos es amar a tu pareja y seguir trabajando para tener una buena relación por el tiempo que sea posible. Poner a los niños como prioridad siempre puede terminar afectándolos.
Lo irónico de todo esto es que, cuando los investigadores les preguntaron a las parejas qué es más importante, los niños o la pareja, los niños fueron mencionados 3 veces más. Tal vez alguien debería recordarnos que los hijos no van a ser bebés por siempre, se van a convertir en adolescentes temperamentales y después en adultos independientes que se van a mudar de casa y te van a dejar con esa pareja a la que ya no reconoces porque no le pusiste atención desde que nació tu primer hijo.

La ciencia lo confirma, debes dejar de ser un papá helicóptero y poner más atención a la persona que duerme a tu lado, o no, todas las noches.

Probablemente ya sabes que tu relación no se mantiene por magia o suerte, debes trabajar en eso y, si tus hijos siempre van primero, entonces tu propia relación se puede ver afectada y, según la ciencia, eso termina dañando a tus hijos. Amar a tu pareja es una decisión (sí, lo es) y, como toda decisión, es importante mantenerla y seguir trabajando en eso por el resto de tu vida (¿o por qué crees que tantas relaciones fallan?).

"Se los voy a aclarar: si nuestros hijos son nuestra única razón de ser, crecerán y se convertirán en personas egocéntricas que no entienden el significado de dar o compartir su tiempo o sus cosas. ¿Acaso no tenemos ya suficientes personas así en nuestra sociedad?
Pedir a nuestros hijos que esperen un minuto o decirles que no, no les va a herir su autoestima. Mostrarle amor y aprecio a nuestra pareja, no les va a causar daños psicológicos. De hecho, es más bien todo lo contrario. Al hacer de nuestra pareja, o de nosotros mismos a veces, nuestra prioridad, estamos enseñando a nuestros hijos a respetar a los demás y a respetarse a sí mismos. Presenciar el apoyo y el cariño que se dan los padres puede que les inculque a los niños sentimientos de paciencia y compasión. No veo qué hay de egoísta en eso. De hecho, me parece una excelente forma de crianza".

Comentarios