Mi padre, al igual que el tuyo, lo hizo lo mejor que pudo y que supo, con las herramientas y la consciencia que tenían.
Pero nosotras como niñas, lo necesitábamos de otra manera, y ahí la vida nos marcó emocionalmente con unas heridas que el alma decidió encarnar y que en la edad adulta será nuestro trabajo reparar.
Reconozco tener el (Complejo de Electra), estar enamorada inconscientemente de mi padre.
Lo que supone buscar la aprobación incesante del padre a través su reconocimiento, el del jefe, de la pareja o de la sociedad, que para el inconsciente es lo mismo, todo es papá.
En mi caso fue la milicia, la montaña y los estudios de la manera en que busqué acercarme a mi padre.
Aún en mi edad adulta vivía una vida que no era la que quería vivir trabajando como Guardia Cilvil, pero mi necesidad inconsciente de ser vista por papá me llevaba a actuar en incoherencia.
Hasta que la enfermedad me hizo despertar.
Emprender mi propio camino rompiendo con mi lealtad al padre me hizo madurar, dejar de ser esa niña que necesitaba ser vista por papá.
Pero he de reconocer que mi inconsciente sigue buscándolo, por mucha consciencia que le pongo he visto como este Complejo Psicológico se ha proyectado en mi vida:
Me he enamorado de militares a lo largo de mi vida, de hombres 20 años mayores que yo, que tenían los ojos como mi padre o rasgos muy similares.
Es muy loco poner consciencia y ver cómo el inconsciente sigue proyectando esta información.
Como la vida te sigue trayendo a tu padre de manera simbólica para seguir sanando y soltándolo desde el amor y la compasión.
Estar en paz con tu padre es vivir en paz con los hombres y por lo tanto equilibrar tu masculino y femenino interior.
La programación de la mente, tus heridas, tu historia, se seguirá proyectando para que la trasciendas tomando otras decisiones y cambiando tu percepción de cada situación.
Nadie nos abandona ni nos traiciona, sino que somos nosotras las que nos hemos perdido en el hombre por esa carencia de amor y que nuestro trabajo es volver al interior, perdonarnos y amarnos con compasión.
Te amo papá, gracias por acompañarme en este maravilloso viaje.
Patricia Guijarro
https://patriciaguijarro.com/
Comentarios