Observa, escucha...
Obsérvate, escúchate...
Quédate quieta, no hagas nada y verás como el agite no está afuera sino en esa mente agitada que ante la quietud se rinde, se doblega, se torna dócil y ya no lucha, es tan simple y amorosa.
Esa es tu Esencia; quédate allí hasta que el mundo clame nuevamente por tu presencia hasta que tu presencia clame por volver al mundo; consciente que al mundo que regreses luego de este estado meditativo ya no será el que era, será el que ahora es habitado por tu plena presencia.”
Comentarios