Parvati, la consorte de Shiva

El nombre de la diosa Párvati, también conocida como Gauri, significa “hija del monte Párvata” o “arroyo de montaña”. Esta diosa es hija de Hima-yat (“que tiene nieve”, los montes Himalaya) y esposa del dios Shiva. Además es madre de Ganesh (dios con cabeza de elefante) y de Kartikeya (Skanda o Kartikeya, el dios de la guerra). En algunas comunidades se cree que también es hermana de Vishnu.

Parvati es quien enseña a ser paciente con todas las circunstancias que se nos presentan, las personas que se nos cruzan y cómo vincularnos con nuestros pares. Es también nuestra protectora ante las vicisitudes de la vida.
La figura de Parvati recibe más de mil nombres en los textos sagrados y otras tantas manifestaciones o avatares.

Parvati es la consorte de Shiva, el dios destructor del Universo. De hecho, se la considera una reencarnación de Sati, la primera mujer de Shiva. Además, es madre de grandes deidades como Ganesha y Kartikeya y forma la Tridevi con Laksmí y Sarasvati.

El papel de Parvati es fundamental para el equilibrio: representa la energía divina entre lo masculino y lo femenino. Ella es clave en el poder de Shiva, quien necesita de su fuerza para cumplir su función divina. Por ello, se la considera diosa de la fuerza creadora y es la diosa suprema del Shaktismo.

Es la diosa de la fertilidad, el amor, la belleza, la armonía o la devoción, así como de la fortaleza divina. Su poder y su fascinante historia junto a Shiva la convierten en una diosa presente en todo el sur y sudeste de Asia, tanto a nivel devocional como en las artes, en las más cultas y en las más populares.

Parvati es un símbolo de lo femenino y protagoniza diferentes festividades de la India, muchas de ellas exclusivas de las mujeres hindúes, como Teej o Gowri Habba. También es muy importante Navatri, una celebración en la que se adoran sus diferentes avatares a lo largo de nueve días.

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