Personas rotas.

Me he dado cuenta que las personas menos rotas son las más oscuras, como si cuando la gente se rompiera se escaparán por sus grietas la maldad, la falta de empatía, la hipocresía y esos huecos se llenaran de solidaridad, de bondad, de saber de zapatos ajenos y de como aprietan. 

Las personas menos rotas tienen tiempo para criticar la imperfección ajena, los que están llenos de agujeros no opinan sobre otras vidas, ni buscan la perfección porque pueden ver más allá, no se obsesionan con resultados miden el esfuerzo de quién ya no tiene fuerzas, las ganas de quién ya no tiene ganas, el corazón que los otros ponen aunque lo lleven hecho pedazos.

La gente menos rota generalmente te llama para reclamarte, para pedirte, los que llevan parches por todos lados son los que llaman para preguntar como estás?, para recordarte que no estás sola, que pueden ayudarte a cruzar puentes, que pueden ser la muleta en la que te apoyes y los que te recuerdan lo valiosa que eres para ellos.

Los menos rotos se desesperan por lo que tiene precio sin importar a quién haya que pisar, ni la mochila que lleven los otros encima, los que llevan cada día el alma rota jamás dejarán de pensar en tener cuidado de no lastimar a nadie, porque ellos mismos están tan lastimados que saben lo que duele y lo que pesan algunas mochilas, sensibles les dicen los que no saben de sensibilidad.

Los que la vida apenas ha tocado son duros, los que la vida se ha llevado puestos son fuertes.

Me quedo con los fuertes que brillan desde dentro porque ellos son los faros de la vida, son los locos con un nivel de conciencia que cuerdos jamás entenderán-

Alas en Rebeldía Original