Las Flores de Bach son esencias curativas naturales que pueden conseguir que nuestra mascota supere miedos, traumas, agresividad y cualquier otra emoción negativa.
Además de equilibrar sus emociones estaremos mejorando su salud física ya que lo que llamamos "enfermedades" no son más que un mensaje del cuerpo diciéndonos que algo anda mal a nivel emocional.
Las Flores se usan para tratar por ejemplo el miedo, la falta de confianza, la agresividad, la timidez, la ansiedad, la incertidumbre, la indecisión, el temor, la soledad, etc.
En la naturaleza los mascotas viven en relación con el entorno y mantienen un equilibrio normalmente sano.
Desafortunadamente la convivencia con el hombre transforma a menudo a las mascotas en esponjas del estado de ánimo de los propietarios hasta el punto que son particularmente sensibles y vulnerables a las emociones de sus amos.
Las esencias florales de Bach, se trata de un sistema suave y sin contraindicaciones ya que en el peor de los casos no hará ningún daño al animal.
Los animales responden a las esencias florales más rápidamente que los seres humanos, ya que en ellos no existe ningún filtro racionalista.
Los animales no amplifican mentalmente las emociones como hacen los humanos, ni las relacionan con su propia historia, los animales las viven en el momento, breve y plenamente.
Los animales también tienen emociones y experiencias, que determinan su comportamiento y personalidad. Con las Flores de Bach podemos tratar las experiencias negativas que hayan sufrido, y las emociones desagradables que estén padeciendo.
Los animales responden a la energía contenida en las flores de igual forma que los humanos. Pueden resolver sus problemas emocionales de forma sencilla, simplemente tomando las Flores de Bach.
Cada una de las 38 Flores de Bach ayudan a equilibrar una característica o estado emocional negativo en particular.
Dosis para animales:
El primer día o los primeros 2 dias, de la terapia floral es la impregnación, donde la cantidad de gotas al día es mayor (cada 2 horas, 4 gotitas sobre la lengua).
Luego, pasamos a la fase de mantenimiento donde se reducen las tomas y se estabilizan a medida que pasa el tiempo. La dosis más suministrada es de cuatro gotas, cuatro veces al día directamente sobre la lengua. Es importante que el gotero no se contamine con la saliva del animal, por lo que no ha de haber contacto con la lengua.
La forma más utilizada y aconsejada para suministrar las gotas es mezclándolas con el agua del animal, en una dosis de 10 A 30 gotas.
Si el agua es cambiada, volver a colocar las gotas de nuevo.
Si se tienen varios animales y solo uno de ellos está en tratamiento y tomara por error del bebedero del otro no habría
ningún problema ya que lo único que hacen es estabilizar las emociones. Y si el animal ya está sano no ocurrirá nada.
Paula Drach Bel
Terapeuta en el Sistema Flores de Bach
Registro 692 AR
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