El aceite de orégano es un líquido muy rico en vitaminas A, B, C y E y minerales, como el calcio, hierro, magnesio, potasio y zinc.
Hacer aceite de orégano casero y emplearlo siempre que lo necesites. Para empezar, debes reunir los siguientes ingredientes y materiales:
- 1/2 taza de hojas de orégano.
- 1/2 taza de aceite de oliva, de girasol, de almendras o de semillas de uva. Puedes elegir el aceite que prefieras.
- un frasco de cristal oscuro con tapa.
Preparación del aceite de orégano
- Lava las hojas de orégano y deja que se sequen.
- Coloca las hojas de orégano en un recipiente y machácalas con la ayuda de un mazo de mortero para que así desprendan todos sus aceites naturales.
- En otro recipiente calienta un poco el aceite que hayas seleccionado, ya sea el de oliva, el de almendras u otro. Puedes hacerlo durante unos segundos en el microondas, lo importante es que el aceite no llegue a hervir.
- A continuación, vierte en el frasco de cristal el aceite que acabas de calentar y las hojas de orégano machacadas, incluidos loas aceites que han soltado. Tapa el frasco y muévelo enérgicamente de arriba a abajo para que ambos ingredientes se integren uno con el otro.
- Coloca el frasco en un lugar fresco, seco, libre de humedades y alejado de la luz directa del sol. Debes dejar que macere en ese lugar durante al menos unas 2 semanas antes de utilizarlo.
- Pasado ese tiempo, solo tendrás que colar el contenido del frasco y ya podrás empezar a usar el aceite de orégano como producto terapéutico y medicinal de forma habitual.
Los principales propiedades del aceite de orégano:
- Es un gran antibiótico natural debido principalmente a su contenido en carvacrol. Esta propiedad lo convierte en un remedio excelente para luchar contra bacterias, hongos u otros microorganismos que comprometan la salud del organismo.
- Combate infecciones y ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
- Tiene propiedades antiinflamatorias muy potentes, por lo que ayuda a aliviar los dolores musculares y/o articulares.
- Es muy útil para luchar contra el mal aliento y otros problemas bucales, tales como las úlceras o las ampollas en la boca o los problemas de encías.
- Es antioxidante y, por ello, actúa eficazmente contra la acción nociva de los radicales libres y es capaz de ayudar a prevenir el cáncer y el envejecimiento.
- Mejora el proceso de la digestión al estimular el flujo de bilis hacia los órganos implicados en la digestión.
- Actúa de manera positiva sobre el sistema nervioso y ayuda a regular el estado de ánimo y a disminuir el estrés.
- Es beneficioso para las mujeres con menstruaciones irregulares y también para aliviar los síntomas asociados a la menopausia.
- Su contenido en carvacrol también permite atacar la grasa localizada y favorece la pérdida de peso.
- Ayuda a aliviar el malestar provocado por un resfriado y a calmar síntomas como la tos y el dolor de garganta.
- Trata naturalmente el acné y las espinillas debido también a sus propiedades antibacterianas y antibióticas.
Seguidamente, te mostramos cómo usar el aceite de orégano correctamente según la condición o afección que necesites tratar:
- Para dolores musculares o articulares: dar un suave masaje sobre la zona con dolor aplicando un poco de aceite de orégano.
- Para dolores reumáticos: mezclar 3 partes de aceite de orégano con 1 parte de aceite de almendras y realizar, con la preparación, un masaje circular sobre la zona con dolor.
- Para dolores de muelas: verter 2 gotas del aceite en una gasa y frotar sobre la pieza dental afectada.
- Para infecciones por hongos o bacterianas: diluir 3 gotas en 1 vaso de agua y beber.
- Para resfriados, congestión nasal o irritación de garganta: se puede exhalar la fragancia del aceite de orégano o diluir unas 2 gotas en 1 vaso de agua y beber.
- Para desinfectar las manos: diluir 10 gotas de aceite de orégano en 2 cucharadas de aceite de coco y utilizar la mezcla para desinfectar las manos y mantenerlas alejadas de agentes infecciosos.
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